Por lo general, con el paso del tiempo la tecnología mejora. Los consumidores están acostumbrados a que lo nuevo supere a lo viejo. Esa tiende a ser la regla en este negocio: El procesador de este año es mejor que el del año pasado, los celulares de hoy más completos que los de ayer y las cámaras digitales actuales son más poderosas y versátiles que sus antecesoras. Sin embargo, en algunas ocasiones las empresas se equivocan y sacan un aparato que es inferior a su versión anterior. Tristemente ese parece ser el caso de Sony con su nueva consola, el PlayStation 3 Super Slim.
La primera vez que uno ve el aparato es evidente que es mucho más pequeño que sus dos antecesores (es la tercera presentación del PS3 desde que salió en 2006). En esto sí no hay qué reprocharle a Sony, pues el sistema es 25% más pequeño que el PS3 Slim. Esa es la cifra oficial, pero al verlo en persona parece incluso más pequeño. También es más liviano según la ficha técnica, con un descuento de 20% en peso, pero estamos hablando de una consola casera, no una portátil, entonces el peso no es mayor preocupación para el usuario. Otra novedad bienvenida es la capacidad, que subió a 250 GB.
Lo siguiente que uno nota es que ahora la parte de arriba de la consola tiene un diseño diferente, pues en lugar de ser lisa tiene unos relieves ondulados. Al parecer el razonamiento detrás de esta decisión no fue solo estético, pues el nuevo modelo cambia radicalmente la manera en que el usuario introduce discos en él.
Mientras en las dos primeras versiones del PS3 un sistema de ‘autoload’ se traga el disco, –como lo hacen una unidad de CD en el equipo de sonido de un carro o la unidad de DVD de un MacBook Pro– en el Super Slim hay una tapa que se desliza para revelar la unidad Blu-ray de la consola. Las ondulaciones son útiles para que sea más fácil desplazar la tapa, pero de ahí en adelante el nuevo sistema deja mucho que desear.
Tanto el PS3 original, así sea enorme, como el PS3 Slim, están diseñados para que el usuario pueda ponerlos en su hogar como le sea más conveniente, sea horizontal o verticalmente. El Super Slim no permite esto, pues como hay que introducir el disco desde arriba, es incómodo o incluso imposible acomodar la consola en ciertos espacios. Puede que luzca moderno y puede que el mecanismo de deslizar la tapa descreste un poco, pero es una pésima decisión desde un punto de vista funcional.
¿Qué pasa si el mueble debajo del televisor no tiene espacio a lo ancho pero si a lo alto? Con el PS3 original y con el Slim no hay rollo, porque el disco entra por la parte delantera. Como en el Super Slim entra por arriba, esto hace que en espacios apretados sea difícil meterle el disco. ¿Y qué pasa si el puesto del PS3 es entre compartimientos estrechos de mueble? Habría que sacar la consola cada vez que uno quiera meter o sacar un disco.
No sé qué estaba pensando Sony cuando diseñó este aparato, pero claramente no estaba pensando en que hay gente con muebles que tienen espacio restringido. Es increíble sobre todo porque todas las consolas caseras actuales –llámese Wii, PS3 ‘gordo’ o Slim, o Xbox 360– tienen su acceso al disco por adelante precisamente por este motivo. Sony violó un estándar y seguramente pagará por ello en el juicio de los consumidores.
Lo más triste de todo es que si uno lo piensa, empeorar el producto no es la excepción sino la regla para Sony cuando se trata del PS3. La primera versión de la consola era gigante, pero tenía cuatro puertos USB y compatibilidad con juegos de PS2. Hoy en día solo hay dos puertos y no se pueden jugar títulos de PS2, y aunque es justificable desde el punto de vista del negocio que no sea compatible con juegos antiguos, es injustificable que solo tenga dos puertos USB. En los últimos años Sony ha introducido una cantidad de accesorios que usan estos puertos, como el PS Move, así que es difícil entender por qué fueron tacaños en este aspecto. Sony ha venido restándole detalles importantes al PS3 desde que salió, algo totalmente opuesto a lo que ha hecho con todas sus otras consolas.
Ojalá el PS4 rompa esta mala racha y Sony vuelva a crear una de las consolas más completas y bien pensadas del mercado. Seguramente es una buena estrategia si quiere volver a la cima de las ventas en la guerra de consolas.
Fuente : enter
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